

A VUELTAS CON LAS NECESIDADAS FORMATIVAS EN EL (DINÁMICO) SECTOR DE PROTECCIÓN DE LA INFANCIA
Josep Sanz. SOMLLAR. Vocalía de Formación e Investigación.
El sector de protección de la infancia, si tenemos en cuenta su complejidad y la constante evolución de los desafíos que enfrenta, plantea una serie de necesidades formativas clave para sus profesionales. Estas necesidades son la base para asegurar una atención de calidad, actualizada y centrada en el interés de los niños, niñas, adolescentes y jóvenes en riesgo de exclusión social que atendemos.
A continuación, se plantean cinco áreas y diferentes temáticas que considero deberían ser tenidas en cuenta, tanto en los planes de formación de las diferentes entidades que trabajamos en el sector como por parte de la administración que tiene la responsabilidad y el cometido de impulsar y regular el conjunto de acciones relacionadas con este colectivo.
Formación en Intervención Especializada y Trauma
Abordaje del trauma infantil y apego: Fundamental para que los y las profesionales comprendan el impacto del trauma en el desarrollo infantil y las diferentes formas de apego. Situar el trauma en el centro de nuestra intervención nos obliga a repensar y redefinir los proyectos educativos.
Maltrato infantil y abuso sexual: A través de formación específica en la detección, evaluación, intervención y prevención de diferentes tipos de maltrato, incluyendo el abuso sexual. Esto abarca desde la identificación de indicadores hasta la coordinación con las fuerzas de seguridad y el sistema judicial.
Salud mental infantojuvenil: Teniendo en cuenta el gran porcentaje de perfiles con necesidades de atención psicosocial, es importante la capacitación para identificar y derivar trastornos de salud mental en niños, niñas y adolescentes, así como para la intervención educativa con estos y estas NNA conde la colaboración con profesionales de la salud mental resulta clave.
Trastornos del neurodesarrollo y diversidad funcional: Formación para atender las necesidades específicas de NNA con autismo, TDAH, discapacidad intelectual u otras diversidades funcionales, de forma que las intervenciones socieducativas estén lo más adaptadas posible a sus particularidades.
Actualización Normativa y Legal
Si tenemos en cuenta la constante evolución de las leyes que regulan la protección de la infancia, resulta crucial una formación continua sobre las novedades legislativas, sus implicaciones y su aplicación práctica. No olvidemos que las leyes responden, no solo a criterios técnicos, sino también a criterios ideológicos y a modelos de sociedad.
Procedimientos de protección: Profundizar en los protocolos de actuación en situaciones de riesgo o desamparo, los procedimientos de declaración de desamparo, guarda, acogimiento (familiar y residencial) y adopción.
Derechos y participación de la infancia: Es importante que administración y entidades promocionemos tanto la participación como la difusión y comprensión de derechos. Aún más si cabe, en nuestro sector resulta clave conocer y aplicar de manera efectiva los derechos de los niños, niñas y adolescentes, garantizando su participación y escucha activa en todos los procesos que les afectan.
Competencias Transversales y Habilidades de intervención psico y socioeducativa
Comunicación efectiva: En estos tiempos de desinformación, cámaras de eco y redes sociales, resulta clave que los y las profesionales que ejercemos en este sector desarrollemos habilidades para una comunicación empática y clara con los y las NNA, sus familias biológicas y acogedoras, y otros profesionales implicados. Practicar este tipo de comunicación forma parte también del legado, del aprendizaje vicario, que como profesionales podemos dejar al colectivo con el trabajamos.
Gestión emocional y autocuidado: Los profesionales de este sector estamos expuestos a situaciones emocionalmente exigentes. La formación en gestión del estrés, prevención del burnout y estrategias de autocuidado es vital para mantener la calidad de la atención y la sostenibilidad del profesional. Es importante también realizar una autoreflexión sincera de si es este el sector en el que realmente nos gusta y queremos trabajar.
Resolución de conflictos y mediación: Adquirir habilidades para abordar y mediar en los frecuentes conflictos entre las diferentes partes implicadas (menores, familias de origen, familias de acogida, etc.) debería ser también una prioridad para cualquier plan de formación en el sector.
Trabajo en red y coordinación interinstitucional: Si bien es cierto que forjar alianzas y coordinación con otros servicios (educativos, sanitarios, judiciales, fuerzas de seguridad, etc.) no puede ser una sólo una iniciativa de nuestro sector o servicio, no es menos cierto que el conocimiento de las lógicas y modos de funcionamiento de otros servicios puede ayudar enormemente a este necesario trabajo en red.
Nuevos Retos y Contextos Sociales
Uso seguro de las tecnologías y riesgos online: Capacitación para abordar los riesgos asociados al uso de internet y redes sociales (ciberacoso, sexting, adicciones), y para promover un uso seguro y responsable. Es este, además, un ámbito en continua evolución que exige de actualización constante.
Diversidad familiar y enfoque género: Más allá de opciones ideológicas o confesionales resulta clave, si queremos promover un enfoque inclusivo y respetuoso, aprender a atender la diversidad de modelos familiares y las identidades de género de los y las NNA y jóvenes que atendemos. Del mismo modo, las personas que trabajamos en el sector debemos aprender a transversalizar el enfoque de género en nuestras actuaciones.
Sostenibilidad Medioambiental: Aprender a conjugar nuestro trabajo con el compromiso de sostenibilidad medioambiental que tenemos como sociedad es, también, junto con otros objetivos de la Agenda 20-30, un área a impulsar desde nuestros Planes de Formación
Formación en Investigación y Evaluación
Investigación aplicada: Además de las (escasas) investigaciones que promueven universidades y administraciones sobre nuestro sector, las patronales y entidades podemos también fomentar desde nuestros respectivos ámbitos de actividad otro tipo de investigaciones mediante la recogida y análisis de datos cuantitativos y cualitativos que puedan iluminar la toma de decisiones en cualquiera de los ámbitos que comprende nuestro sector. Aprender a recoger, procesar, analizar y valorar la información (ingente) que manejamos merece un hueco en nuestros planes de formación.
Esta relación de áreas y temáticas de formación en nuestro sector no es exhaustiva, pero sí indicativa de la tarea y responsabilidad que tenemos enfrente. Tanto las entidades, las patronales como, por supuesto, la administración, nos enfrentamos al gran reto de seguir tomándole el pulso, de hacernos cargo, de un sector cambiante y dinámico. Como sabéis, desde la Vocalía de Formación e Investigación de APIME estamos impulsando la realización de píldoras informativas audiovisuales que, entre otros objetivos, puedan contribuir a iluminar alguna de las necesidades formativas apuntadas más arriba.